La primordial virtud podría ser que el infante no está obligado a sentarse en un pupitre a lo largo del día, horas oyendo la lección magistral de un instructor que después deberá aprender y “escupir en un examen”. Además, a partir de vivienda los papás tienen la posibilidad de dictaminar cuánto tiempo destinar a una materia o a otra en consonancia con las necesidades del infante, algo que no se tiene presente en las instituciones educativas puesto que ya vienen con un currículo ya que no es personal, sino general para todos los estudiantes.
DESVENTAJAS
No obstante, una desventaja es el hecho de que en la organización educativa hay ciertas reglas sistemáticas como los horarios, aspecto que en el hogar no se puede ofrecer de la misma forma pues es dependiente en enorme medida de los papás y no es sistemático, como resultado, puede que el infante no desarrolle el hábito de la puntualidad. Otra desventaja que considero de enorme trascendencia es el hecho de que en la enseñanza a partir de vivienda todo es dependiente del tiempo que los papás logren destinar a la enseñanza de sus hij@s, esta vez de forma presencial, puesto que son ellos los primeros delegados a que su hij@ haga cada una de las ocupaciones apropiadamente. La última desventaja podría ser que el infante no solo obtiene conocimientos académicos a partir de la organización, sino que aprender sobre otras competencias que no se estudian como tal en los manuales y es el ámbito y los competidores del mismo quienes se las presentan, por lo cual pienso que el infante que estudia a partir de vivienda tiene la desventaja de que no podrá aprender a socializar y a tener relación con la verdad de la sociedad de la misma forma que lo hace un infante que va al colegio.
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